viernes, agosto 15, 2008

La vida del caracol...

No es tan difícil volver a escribir lo mismo que anoche. Llevo tanto tiempo criticando cada segundo de mi vida que no es difícil volver a escribirlo. Entonces miro por la ventana y veo que amaneció, y un cielo azul que invita a la esperanza. Salgo de mi casa y veo el mundo corriendo, y casi, casi logro sonreír, cuando me veo nuevamente escribiendo lo mismo que escribí anoche.

viernes, julio 04, 2008

La cara oculta...

Ten cuidado conmigo.
Porque me aburrí de mirar las cosas de lado, porque me aburrí de aceptar tus convicciones, porque me aburrí de vivir dentro de las mentiras.
Ten mucho cuidado conmigo.
Porque aún tengo un espíritu valiente, y honesto, y no quiero caer en juegos otra vez.
No me muestres tu cara oculta, que oculta jamás fue; no me muestres tu cara sonriente, porque las sonrisas sólo tienen una base en la sanidad mental; lo siento tanto, pero no creo en la alegría paliativa, mucho menos, pero mucho menos, cuando con pocas palabras tienes la posibilidad de llegar tan lejos.
Así que, ten mucho cuidado conmigo, que no hay cariño que enmascare mentiras, ni rencor que tolere la verdad.

jueves, junio 26, 2008

Cuenta hasta tres...

Un, dos, tres... y el mundo está al revés. El tiempo que demoran las cosas en cambiar, es infinitamente proporcional a la importancia que el cambio tenga. Que los minutos son equivalentes a las horas y a los días y años, por la inmensa subjetividad que el tiempo tiene. No alcanzas a contar y no estás en tu lugar, ni está tu gente... un, dos, tres, y qué vendrá después. La ansiedad te siente, te come y te traga; el tiempo oscila rápidamente, los intentos por frenar son inútiles...y no alcanzas a contar, y ya no estás en tu lugar, ni está tu cara, ya cambiaste tanto...y te miras al espejo, y has crecido, sí, has crecido mucho, a veces tristemente proporcional a los problemas, y todo lo que viene... un, dos, tres, ya lo ves; un, dos, tres, lo que viste al final del camino, está a tus pies; tres, dos, uno, cuidado: en el pasado, de lo que buscas, ninguno. Nunca cuentes para atrás, porque respuestas encontrarás jamás.

lunes, junio 09, 2008

Las mil caras del sol...

Siendo alrededor de las 2 de la mañana, acortando al mínimo mis horas de sueño, me hallo escribiendo aquí, tras intentos infructuosos de dormir, tales como los intentos infructuosos de mantenerme despierto que claramente, son más frecuentes.
Mientras escuchaba música me puse a pensar en que no todo puede ser tan malo. Y que, aproximadamente el 97% de lo posteado en este blog, se trata de autocrítica o de alguna visión pesimista hacia el mundo. O de mi personalidad que mira el 99% de las veces el vaso vacío o medio vacío. Y, siendo justo con la realidad, no todas las cosas han salido mal. Y al parecer, hay gente que lo valora. O sea, no habrá salido todo bien, pero salió prácticamente todo, y si bien no me acuerdo de los criterios de la artritis reumatoide, ni logré sistematizar a la perfección las jornadas de la SOCEM, ni tengo los tantos trabajos que alguna vez quise hacer, ni hice las horas de posta para "aprender más", no puedo seguirme quejando por una vida que está bastante bien. No sé, a lo mejor me mata un poco el tema de no salir, o de sentir la fuerza del anillo tan chico..jajajaja...pero vamos, no puedo seguir repitiendo que la vida es una mierda, si para mi no la ha sido, si tengo una polola, familia, y amigos que me quieren, gente que me valora y respeta, o que al menos me soporta! (siendo eso ya difícil), estando a punto de terminar una carrera que mal que mal no es fácil, y con bastantes sonrisas adquiridas en un año y medio de internado. Y experiencia también. Porque el sol tiene muchas caras, y las sonrisas son comprables con tan poco esfuerzo e incluso canjeables por una propia. Y tampoco puedo quejarme de que no he aprendido nada de la vida, y que sigo cometiendo los mismos errores, porque si así fuera no tendría a nadie y veo que no es así, que el apoyo es algo super grande, y que vivir vale la pena. Y harto. No es que en algún momento me pasara el rollo de matarme ni nada similar, pero en los momentos de pena, es fácil pensar en todo lo que no se hizo perfecto y todo lo que no se alcanzó a hacer, que para este mundo corresponde a millones de cosas; pero lo repetiré, el sol tiene muchas caras para mirarte y para que lo mires, y quizás algún día me enseñe a valorar cada buen momento como válido como motivo para estar aquí. O quizás ya empezó a enseñármelo.
Adiós.

domingo, junio 01, 2008

La única diferencia...

Ayer en esas conversaciones de sábado por la tarde, te dije que habías cambiado.
Me cuestioné también, sobre qué había cambiado en mi.
Varios kilos más, algo más de experiencia, bastantes más rabias, una que otra pelea, problemas más, problemas menos, alegrías más y alegrías menos. La SOCEM, el último año. Mi papá. Mis hermanos. El Congreso. En fin, tiempo ha pasado desde que nos conocimos, en circunstancias tan distintas a nuestra realidad que difícilmente se cree. Y se lo contamos con gracia al que viene detrás en el auto.
Así que yo no tengo corazón. No creo no tener corazón; yo sé que jamás me crees lo que siento por alguien que no sea cercano a mi, pero también siento compasión por la gente que sufre, por la gente enferma, en un sistema que es malo-malo, con gente fría-fría dando vueltas por un lugar tétrico-tétrico. A mi también me dan penas las cosas. Aunque bromee y sea cruel, aún así, más de una lágrima he derramado por una persona x, que ya no lo es (o era) tanto.
Pero igual. Esa es una gran diferencia. ¿Será la única quizás?
Será la carrera, porque no habría sido una sino miles de lágrimas derramadas al ver tanto sufrimiento. Y la investigación, y los trabajos, y la competencia, y todos quieren ser mejores que el de al lado, y algunos te estiran la mano pero otros te empujan al vacío. Me carga tanto, sabes. Te vuelve frío. Y si en algún momento una lágrima tuya o de algun consanguíneo era inevitablemente equivalente a una mía, y ya no pasa, esa es la única diferencia: doctor, tengo todos los síntomas de un trozo de hielo en mi corazón; y no quiero morir indiferente.

lunes, mayo 26, 2008

El lado oscuro del corazón...

No voy a entender jamás a las personas que perdonan. Nunca lo entenderé, porque naturalmente soy incapaz de hacerlo, porque creo que el orgullo debe ser el principal valor de una persona, y odiaré siempre a quien lo pase a llevar. Infidelidades no perdonaré jamás, porque no existe amor capaz de superar el deseo de matar a alguien que atenta contra mi orgullo. Tampoco te perdonaré jamás nada de lo que dijiste sentir. No importa cuanto cariño consigas, el mío no lo tendrás jamás, y si alguna vez tus palabras fueron reales, recordarás con amargura estos momentos; recordarás con amargura todo lo malo que hiciste y todo lo que echaste a perder, recordarás todas las penas y angustias, cada momento en que el corazón latía rápidamente para sofocarse en escasas lágrimas y una enormidad de tristeza tragada. No te pareces a mi y nunca lo harás; nunca llegará a gustarme tu actitud, nunca llegarán a gustarme tus ojos. Lo siento, soy una buena persona con malos sentimientos. Mil gracias y felicitaciones por despertar todo lo malo en mí, olvídate de las buenas personas, que en la Tierra y para ti, no existen.
Escrito para el aire.

lunes, mayo 19, 2008

16 colores...

La tranquilidad se me fue de las manos, desde que no puedo parar mis ciclos maniacodepresivos, ni puedo dejar de pensar en el pasado. Y no sé cual de las 2 cosas es la que más me molesta, sin embargo creo que hay una enorme relación entre una cosa y la otra, porque desde hace un tiempo dejé de vivir el presente para vivir en función de un futuro casi perfecto, en el que todo sale muy bien, todo termina bien, y está lleno de estrellas y fama, lleno de éxito, y tampoco puedo dejar de pensar en un pasado que creo siempre mejor, aunque lo ilógico de creerlo radica en que jamás en mi vida he dejado de ciclar entre la tristeza y la grandeza, y el recuerdo de todo lo bueno, que al parecer es lo único que recuerdo, no tiene ese efecto alentador sino que me provoca un deseo irresistible de querer volver años atrás. La tranquilidad se me fue de las manos, desde que no puedo parar mis ciclos maniacodepresivos, ni puedo dejar de pensar en el pasado. Y no sé cual de las 2 cosas es la que más me molesta, pero tienen tanto que ver, porque cada vez que recuerdo sonrisas al acercarse a mi vuelvo a pensar en lo grande que son las cosas simples, en lo básico que es el afecto, y no quiero olvidarlo y tampoco recordarlo únicamente el día que pierda algún ser querido o tenga algún accidente, y cada vez que algún hecho despierta de forma etérea y teórica esa sensación, pasa tan poco tiempo antes de olvidarlo...si la simpleza es la felicidad, y la tranquilidad se me fue de las manos, desde que no puedo parar mis ciclos maniacodepresivos, ni puedo dejar de pensar en el pasado, y tengo algún lugar para escribirlo, y espero leerlo antes del día de mi muerte, y espero leerlo con la simpleza de una sonrisa...y con la simpleza de pensar que por un día en mi vida, fui completamente feliz.

sábado, marzo 08, 2008

La incomprensible selectividad del oído...

Nuevamente y tras largo tiempo en que el único escritor de este blog (yo) no se comunicaba con el único lector de este blog (yo), me veo en la necesidad de comunicarme cosas que he oído mil veces y nunca he podido incorporar a mi quehacer habitual, salvo en exclusivos momentos en que la alineación de planetas provoca una alineación oído-mente-alma, perfecta, como siempre debería ser.
Es francamente increíble como es posible que el 99% de las estupideces comunicadas al oído, desde qué actor x se metió con la actriz x, hasta el pelambre banal del compañero de curso, son grabadas y selladas en la mente por ese oído poco fino, y el 99% de las cosas que realmente importan, y que mañana no te acordarás, no entran.
Me puse a mirar la cantidad de cartas, notitas, dedicatorias que tengo, y me es difícil explicarme una falta de amigos actuales. Qué cresta habré hecho. ¿No los escuché? ¿No fui buen amigo? Me aventuro a pensar que probablemente no es ese el punto. No es el tema de escucharlos a ellos, ni quererlos o no quererlos a ellos, sino es el tema de valorar lo que significan para el corazón, el valor de la amistad, lo que a la larga, nos hace buenos humanos y no simples humanos inteligentes.
Suena como muy cliché. ¡No! efectivamente, suena EXCESIVAMENTE REPETITIVO.
PERO NO ME IMPORTA LO REPETITIVO QUE SUENE, PORQUE SIENDO POR LEJOS LO MÁS IMPORTANTE QUE SE PUEDA SENTIR Y RAZONAR EN LA VIDA...¡¡¡¡SIEMPRE LO OLVIDO!!!!
Qué poco fino eres, oído.

jueves, enero 31, 2008

No hay esperanzas en el pasado...

Así de simple, no hay esperanzas en el pasado.
No hay donde encontrar paz en los recuerdos, no hay donde buscar tiempos perfectos. Los tiempos perfectos sólo lo son cuando realmente son, y no cuando fueron ni cuando serán. Tiempo pasado perfecto no existe, es sólo lo que creo perfecto, lo que quiero recordar cada día en mi mente y verlo concretarse. La vida tiene que tratarse de avanzar, de crecer, no de estancarse en momentos pseudogloriosos, ni en lamentos inútiles, ni en suplicarle a los demás recordar ese pasado para intentar recrearlo. ¡Por qué no puedo aceptarlo! Maldición. Pésima idea. Pésima filosofía de vida. Fue una de las primeras cosas que escribí. 2 años después, sigue siendo mi peor problema.

martes, enero 15, 2008

Besos y abrazos...

Le dedico este escrito, cercano a las 4 de la mañana, cercano a la hora de dormir y ciertamente cercano a la hora de levantarme, a los besos y a los abrazos. Mientras leía algo que no tiene nada que ver con eso, me acordé de los momentos. Del primer beso. No sólo del primer beso, sino de cada primer beso. Tampoco literalmente cada primer beso, sino cada primer beso con significado de primer beso. Lo que te abre una probabilística de éxito o fracaso amoroso, y ahí está toda la esencia del primer beso: es abrir una puerta a la suerte. Es esa extraña sensación que el sexo femenino cataloga como "mariposas en el estómago", o en la guatita, como sea. Que probablemente, así sea, con mucha imaginación, pero jamás un macho lo reconocerá. En fin, no es ese el punto pero sí lo es, no es el nombre sino la sensación, y el nombre que cada uno le da con lo que significa para sí. Y un abrazo. Hay gente que se promociona para abrazar gratis, lo que da una idea de lo importante que es un abrazo para algunos. Como estar abrazado con alguien, en una plaza, muy tarde en la noche, sabiendo que estás haciendo algo malo, o mejor quizás: prohibido. Los abrazos con lágrimas. Con esa especial sensación mutua de pertenencia, o de inclusión del uno en el otro, donde sólo la barrera del cuerpo te impide llegar más cerca.
Son sólo 3 primeros besos. Y 3 abrazos especiales. Algún día se lo contaré a este lugar.