lunes, mayo 19, 2008

16 colores...

La tranquilidad se me fue de las manos, desde que no puedo parar mis ciclos maniacodepresivos, ni puedo dejar de pensar en el pasado. Y no sé cual de las 2 cosas es la que más me molesta, sin embargo creo que hay una enorme relación entre una cosa y la otra, porque desde hace un tiempo dejé de vivir el presente para vivir en función de un futuro casi perfecto, en el que todo sale muy bien, todo termina bien, y está lleno de estrellas y fama, lleno de éxito, y tampoco puedo dejar de pensar en un pasado que creo siempre mejor, aunque lo ilógico de creerlo radica en que jamás en mi vida he dejado de ciclar entre la tristeza y la grandeza, y el recuerdo de todo lo bueno, que al parecer es lo único que recuerdo, no tiene ese efecto alentador sino que me provoca un deseo irresistible de querer volver años atrás. La tranquilidad se me fue de las manos, desde que no puedo parar mis ciclos maniacodepresivos, ni puedo dejar de pensar en el pasado. Y no sé cual de las 2 cosas es la que más me molesta, pero tienen tanto que ver, porque cada vez que recuerdo sonrisas al acercarse a mi vuelvo a pensar en lo grande que son las cosas simples, en lo básico que es el afecto, y no quiero olvidarlo y tampoco recordarlo únicamente el día que pierda algún ser querido o tenga algún accidente, y cada vez que algún hecho despierta de forma etérea y teórica esa sensación, pasa tan poco tiempo antes de olvidarlo...si la simpleza es la felicidad, y la tranquilidad se me fue de las manos, desde que no puedo parar mis ciclos maniacodepresivos, ni puedo dejar de pensar en el pasado, y tengo algún lugar para escribirlo, y espero leerlo antes del día de mi muerte, y espero leerlo con la simpleza de una sonrisa...y con la simpleza de pensar que por un día en mi vida, fui completamente feliz.

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