Todos los días me recordé que no quería llegar ahí, todos los días pensé que no quería seguir, todos los días pensé que algún día terminaría y todos lo esperé, todos los días creí que iba a llegar aquí a cualquier costo, emocional, de salud, o de lo que fuera, y el hecho...es que aquí estoy. No es tan bueno ser feliz sin razón, ni tan bueno ser racional sin ser feliz; como todo en la vida son matices, en este momento múltiples colores componen mi tiempo. No existe ese estado de felicidad absoluta, donde todo sale bien, porque tal como lo dice mi amiga, es necesario cometer errores, ver errores, equivocarse para replantearse la vida. Y...así estamos. A través de un camino nuevo, acompañado de almas conocidas y de lo que ya está descrito, pero falta comprobar por mi persona.
Como mi querida estrella de la suerte, en la que alguna vez creo, a veces se muestra, y a veces parecen alinearse la confianza en ella con su presencia, es el momento actual...