lunes, mayo 29, 2006

Ya empezó...

Esa sensación de desesperanza, acompañando al más mínimo de los problemas, en adelante. Será la depresión. Pero en serio ahora. Una sensación extraña que mezcla la melancolía, los colores diversos con una opacidad y una tristeza gris. Qué lástima que no puedo dibujarlo, nisiquiera expresarlo bien con las palabras. Me quedo solo escribiéndolo, sin ánimos de traspasarle mis sentimientos, o emociones, espero por mi propio bien, a nadie. Pero tengo pena. Y mucha.

martes, mayo 16, 2006

Familia B

Ayer una persona me dijo que me quería.

Ayer no me cuestioné nada; estaba cargado de un ánimo horrible, porque me habían quitado mi teléfono, me dejaron uno que se escucha pésimo, y no tiene altavoz. Suficiente para irrumpir en mi poco apacible cabeza y descargar mi ira en lo que tuviera cerca.

No importa. Lo importante es que alguien me dijo que me quería, y eso siempre ha sido bueno para mi, hasta hoy. Mi política de vida siempre ha sido ser pacífico, tranquilo, y muy cariñoso (debe ser una de mis mejores virtudes) por lo que siempre he aceptado el cariño de mucha gente. Pero hoy me cuestioné si realmente era algo positivo.

Porque yo no soy su familia A, sino su familia B. Y no es para nada agradable vivir en una pensión, pero necesito límites dentro del paraíso donde me dejaron. En las paredes de este pseudo-hogar viven tantas mentiras, que decirlas sería desarmarlo por completo; y los sentimientos, que creo son reales, sólo sirven para confundir más una situación ya muy confusa. Pensé en cómo sería la vida en una pensión, si las reglas del juego cambiaran y las relaciones se enfriaran al punto de romper lazos de confianza; sin embargo, no sé qué tan sanos son esos lazos. Si la situación se aclarara desde arriba sería mucho mejor, pero por mientras me siento un poco mentiroso, un poco ambiguo en cuanto a mis sentimientos y definitivamente muy desorientado.

Me está comiendo la ansiedad, pero eso se calma con galletitas.