Siempre que uno toma una decisión, no debiese arrepentirse. Pero en la cabeza de la gente como yo, siempre hay un espacio para la duda.
Entonces cuando haces algo, te queda la interrogante que refiere a lo que dejaste de hacer por hacer aquello.
- No nos faltó nada por hacer...
- Sí...
- ¿Seguro?
- Mmm...
- ¿Y si nos devolvemos mejor y lo revisamos?
Suena como un obsesivo compulsivo conversando con su mente sobre una llave de paso de gas. Pero mis referencias son con el tiempo y las cosas que no se hicieron por hacer otras. Nadie puede hacerlo todo, ni siquiera todo lo que le gustaría hacer. Es todo un asunto de proporciones para felicidad. Pienso que nadie puede ser feliz si hizo sólo el 10% de las cosas que quiso hacer, o menos, o el 0%, que se yo. Entonces cuando se da cuenta de que el tiempo ya pasó, busca devolverse a aquella época, para calmar las ansias del presente y el arrepentimiento futuro saldando cuentas con el pasado. Pero ojo, que no siempre es posible hacerlo, y a veces es mejor no pensar en eso, porque aumentan la ansiedad y las probabilidades de arrepentirte, mientras más lo deseas en tu mente. No es la opción.
1 comentario:
Para de pensar tanto en lo que pudo ser...es una tortura mental...y no hay nada en el pasado que se pueda cambiar..por eso lo mejor es llevar tu vida de tal manera que nunca te arrepientas de nada...mira que generalmente uno se arrepiente de lo que no hace...ya..eso..chaleco
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